Definitivamente estoy en contra de las corridas de toros, pero mi postura no está
relacionada al vegetarianismo o algún credo, tiene que ver más con nuestra
realidad, con el tiempo en el cual estamos viviendo, aquella realidad que veces
no vemos o no queremos ver.
Nuestros tiempos, son dias de cambios y de
decisiones, estamos cerca al abismo, ya quedo claro que el crecimiento continuo tiene su asintota, los recursos disponibles están llegando a su límite, estamos ante un
cuello de botella, de las decisiones que tomemos ahora dependerá el futuro de
la humanidad, somos la generación
que podría ser conocida como aquella que cambio el rumbo ó seremos juzgados por las
generaciones venideras por no haber hecho nada y llevar el planeta Tierra, nuestro hogar, al abismo.
Creo que una de las raíces de nuestros actuales
problemas, es el punto de vista que tenemos acerca de nuestra posición en este planeta, creemos
ser superiores a todos aquellos seres vivos que no siguen nuestros modelos y lo
justificamos con creencias o mitos.
La soberbia lleva a mostrar aquel dominio y un
ejemplo de ello son las corridas de toros, una tradición que en su momento tuvo un significado, pero que en
nuestros tiempos es solo una manifestación de nuestra soberbia.
El día en que podamos respetar a nuestro
planeta, ese día, así como la luz viene del sol, de aquel respeto vendrán las
ideas que nos llevarán a cambiar el rumbo y alejarnos del abismo.
Una vez escuche que no podemos tener una opinión
acerca de algo que no conoces, así que decidí ver de cerca como era una corrida
de toros, de aquella tarde (varios años atrás), salieron las siguientes líneas
que trataron de describir lo que esa tarde sucedió.
Este es el recuerdo de una tarde, en la cual
fui testigo, no callado, pero al fin testigo...Es tarde y la gente arroja
gritos de euforia pues el matador entró a su diario sacrificio en busca de fama
y fortuna a cambio de la burla…
Entra el Noble, su mirada era perdida y su
agitado respirar anunciaba que pronto aquel terror llegaría a su fin.
Alguien dice por ahí: ¡empieza el ruedo!, ese
ignora que el ruedo empezó mucho antes, la cinta roja que pende del lomo del Noble es signo de ello, su suerte estaba escrita. ¡OLEEEE! se escucha por todos
lados, el Noble solo corre hacia la borrosa imagen tratando de defender su
vida. Pronto el cansancio hace mella en su voluntad y su erguida figura cae al
suelo, el matador lo levanta pues sabe que su hora ha llegado, el Noble se pone
de pie mostrando una valentía pocas veces vista… de pronto un grito de dolor y
su lomo exhibe una corriente de sangre, otro grito más y aquella espalda
muestra una grieta de la cual penden como dos estandartes aquellos objetos que llaman
banderillas, él se retuerce de dolor, salta y dobla su lomo queriendo arrancar
los dos arpones, pero no puede, y solo atina a perseguir a su dañador, está
cansado y sus negros ojos miran perdidos a todos lados como pidiendo una
explicación, levanta la mirada y da un respiro aferrándose a la vida...que pronto
le será arrebatada. El cansancio lo detuvo y ahora su matador llega al clímax
de la burla, acerca sus genitales a la boca del Noble y este solo mira,
luego los labios del matador tocan los cuernos del Noble. Cansado el Noble solo atina a
respirar aprovechando los segundos, tratando de recuperar en algo sus gastadas
fuerzas, pensando que así se sentirá mejor, al menos un momento. El silencio llena el ambiente,
el Noble sabe que viene, sus ojos revelan su conocimiento, aún así sigue de
pie, el matador quiere cumplir su cometido y como demonio que arranca la
esperanza de un ser, con un sonido agudo y seco, roba el aliento del Noble...todos de pie: la ignorancia, la miseria y la soberbia aplauden la carnicería...un
paso mas que nos acerca al abismo se ha dado...